Article by Domitille Vellaud

(English translation below)

El COVID-19 es una enfermedad respiratoria aguda en humanos, provocada por un coronavirus, que es capaz de producir síntomas graves y, en algunos casos, la muerte, especialmente en personas mayores o con condiciones de salud. Se identificó originalmente en China en 2019 y luego se convirtió en una pandemia en 2020, lo que significa que el virus se ha extendido por todo el mundo. Nuestra vida cotidiana, tal y como la conocemos, se ha puesto en pausa con millones de personas encerradas en casa mientras los gobiernos intentan detener la propagación de la pandemia del Covid-19. Pero en el exterior, el mundo natural ha seguido avanzando, e incluso ha mostrado signos de mejora en nuestra ausencia. 

En las ciudades de todo el mundo los niveles de contaminación han descendido muy rápidamente, ya que la gente pasa menos tiempo en los vehículos, las oficinas y las fábricas y más en casa. Entonces esto llevo a la reducción de las emisiones de carbono y del calentamiento global. También, un aire más limpio ha sido quizás el mayor efecto positivo de los cierres en el medio ambiente. Algunos ejemplos son que, en China, donde se originó la pandemia de Covid-19, las emisiones de carbono se redujeron en alrededor de un 25% durante un período de cuatro semanas a principios de este año. También ha habido agua más limpia. En Venecia, famosa por sus sinuosos canales, la calidad del agua parece haber mejorado en medio del estricto bloqueo del coronavirus en Italia. Los residentes de la ciudad han dicho que las vías fluviales se están beneficiando de la falta de tráfico habitual de embarcaciones provocada por las hordas de turistas que las visitan cada año. 

Como la gente fue encerrada, nadie pudo ir a trabajar. Y, por lo tanto, por ejemplo, una empresa de petróleo y gas en Perú no pudo mantener sus pozos y tuberías. Esto provocó 8 derrames de petróleo el año pasado, causando un gran daño al medio ambiente. Además, la interrupción de la pandemia sirvió de cobertura adecuada para las operaciones de deforestación ilegal. Esto se observó en Brasil, donde las imágenes por satélite mostraron que la deforestación de la selva amazónica aumentó en más de un 50% en comparación con los niveles de referencia. Debido al COVID, la gente ha sido obligada a usar máscaras desechables. Esto ha aumentado la cantidad de basura porque la gente se limita a tirar las mascarillas cuando termina de usarlas. Como consecuencia del uso sin precedentes de las máscaras faciales desechables se suma a la carga mundial de residuos plásticos. 

En conclusión, aunque a la mayoría de la gente no le gustó el encierro, hubo algunos efectos muy claros en el ambiente. Ha provocado efectos positivos y negativos. Cuando la pandemia del COVID termine por fin, todo el mundo volverá a su vida cotidiana, lo que hará que todo tenga un impacto no solo en el medio ambiente. En mi opinión, COVID sólo ha puesto en pausa la contaminación, y que ésta se desatascará una vez que COVID desaparezca. Esto también nos muestra que la razón de toda la contaminación en el mundo es culpa de los humanos.


COVID-19 is an acute reparatory disease in humans, caused by a coronavirus, that is capable of causing serious symptoms and, in some cases, death, especially for elderly people or people with health conditions. It was originally identified in China in 2019 and then it became a pandemic in 2020, which means that the virus spread around the world. Our daily life, as we know it, has been put on hold with millions of people confined to their homes whilst the governments try to stop the spread of COVID-19. But abroad, the natural world has continued advancing, and has even shown signs of improving in our absence. 

In cities around the world, pollution levels have decreased very rapidly, as people spend less time in vehicles, offices and factories and more time at home. This has led to a decrease in carbon emissions and global warming. Also, cleaner air has been, perhaps, the greatest positive effect that the lockdowns have had on the environment. For example, in China, where the COVID-19 pandemic originated, the carbon emissions were reduced by around 25% over a four-week period at the start of the year. Also, there has been cleaner water. In Venice, famous for its meandering canals, the water quality has seemed to improve as a result of the strict lockdown in Italy. The city’s residents have said that the waterways are benefiting from the reduction in boat traffic which is normally increased by the hordes of tourists that visit Venice every year. 

As people were in lockdown, no one could go to work. Therefore, a petrol and gas company in Peru could not maintain its oil wells and pipes. This caused 8 oil spills last year, causing great damage to the environment. Moreover, the pandemic served as an adequate cover for illegal deforestation operations. This was observed in Brazil, where satellite images showed that deforestation of the Amazon rainforest increased by more than 50% in comparison with previous references. Due to COVID-19, people have had to use disposable masks. This has increased the amount of rubbish because people just throw away their masks when they are finished using them. Consequently, the unprecedented use of disposable face mases adds to the amount of global plastic waste. 

In conclusion, although most people don’t like lockdown, it has very clearly affected the environment. It has had both positive and negative effects. When the COVID-19 pandemic finally ends, everyone will return to their daily lives, which will have an impact on everything, not only on the environment. In my opinion, COVID-19 has only put pollution on hold, and it will increase once COVID-19 disappears. This also shows us all of the world’s pollution is humanity’s fault.

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